MIAMI—Las heridas de la masacre en la escuela elemental Sandy Hook aun están frescas.
Washington toma el guante de una pelea que lleva cobradas miles de victimas a lo largo de los años y anuncia una sesión especial para imponer nuevas medidas para portar armas. Pero el Estado de Florida parece ir a contramano.
“Más leyes no van a parar estas matanzas”, dijo ayer a Actualidad Radio la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen.
“Este es un problema de salud mental, no de armas”, agregó. “Los problemas de la sociedad no se pueden arreglar con una ley”.
Ros-Lehtinen no respondió al pedido por una entrevista de Florida Watchdog, pero sus comentarios muestran la misma tendencia marcada por la legislatura estatal de la capital del sol y muchos de sus residentes.
En abril de este año, los legisladores de la cámara de representantes y el senado aprobaron una ley para hacer más accesible portar un arma de fuego. La ley fue confirmada por el gobernador Rick Scott y entró en vigencia el 1 de julio. La legislación básicamente reduce el costo de los permisos de $85 a $70 dólares, mientras que renovar una licencia bajo de $70 a $60 dólares.
Según la organización sin fines de lucro que aboga por una mayor regulación del sector Florida no requiere: chequeo de antecedentes antes de transferir un arma entre partidos privados. No exige a los concesionarios obtener una licencia estatal, tampoco limita el número de armas que pueden adquirirse en una compra, entre otras.
Desde que la ley para portar armas entró el vigor en 1987, el Estado se ha mostrado más favorable a reducir los requisitos. Por ejemplo en 1992 se eliminó la restricción que imponía vivir en el estado como una reglamentación para conseguir la licencia.
Según el Secretario de Agricultura Adam Putnam, al 30 de noviembre Florida había superado el millón de permisos emitidos para portar armas de fuego.
“Tenemos personas que dicen que controlar las armas no harán una diferencia en Estados Unidos”, dijo Ora Strickland, dean de College of Nursing and Health Sciences durante un foro How Guns Won, Firearms as a Health Issue organizado por la Universidad Internacional de Florida. “Ese es uno de los argumentos políticos”.
Strickland aseguró a Florida Watchdog que los americanos tienen que darse cuenta que no viven en el lejano oeste. “Antes había animales salvajes donde las personas necesitaban el arma, pero ahora existe la dificultad de identificar el uso del arma en una ciudad”.
Es que los sitios más poblados poseen el mayor número de licencias de armas. De acuerdo a la División de Licencias del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida, al 30 de noviembre los condados Miami Dade (87.959) Broward (77.155) y Palm Beach (62.460) tenían el mayor numero de registros.
“Las personas que son mas conservadores parecen ser más favorables a portar un arma. Aunque no creo que haya una estadística muy fehaciente porque no todas las armas están registradas”, sostuvo la profesora de la Universidad Internacional de Florida.
Los defensores de una reforma, dicen que la Asociación Nacional de Rifle (NRA) ejerce fuerza influencia en los legisladores a través de lobistas y es uno de los principales donantes de campañas políticas. Además posee más de cuatro millones de miembros, según su sitio web.
Según smartgunlaws.org en 2009, fallecieron 2.324 en Florida debido a heridas provocadas por un arma de fuego.
Por Marianela Toledo | Florida Watchdog
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