El Papa no sorprendió por su discurso en el Parlamento Europeo, cual está en perfecta armonía con los preceptos en la Alegría del Evangelio. Una vez más, se proyecta por la dignidada humana a través del respeto a los derechos humanos y critica la esencia del Capitalismo cual pondera a la economía sobre el bienestar humano. Realiza un llamado a modificar la situación del pueblo europeo, ya insostenible para alcanzar un futuro mejor.