Bernie Sanders y Hillary Clinton. Nominación demócrata 2016.
Por: Ricardo Alarcón de Quesada
Las declaraciones públicas del multibillonario y aspirante a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump causan estupefacción a mucha gente en todo el mundo. Por lo que dice y también por su talante chabacano. El racismo, la prepotencia y la agresividad de su discurso, plagado de mentiras y falsificaciones y de groseros insultos a los inmigrantes y a los latinoamericanos y a las mujeres, hacen de él cualquier cosa menos un estadista o un político medianamente serio que, para colmo, pretende ser el jefe supremo de la mayor superpotencia de la Historia.
Todos los días se alzan voces de alarma al sur del Río Bravo, pero también en Europa y en otras partes. Candidato semejante en cualquiera de esos países sería castigado con la burla y el ridículo y a nadie se le ocurriría que pudiera ganar…
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