Es muy típico en la cocina cubana, especialmente en las festividades como la cena de Fin de Año, que el plato principal sea el cerdo asado, en torno al cual giran los demás alimentos, la técnica de asarlo varía según la región del país, por ejemplo en la región oriental se asa en una púa, que lo atraviesa de un lado a otro, esta púa va sujeta a una estaca clavada en la tierra, que tiene varios niveles, para a través de la altura, regular el calor transmitido por el carbón o leña que se deposita en un hoyo hecho en la tierra. Mientras se asa el cerdo se le va dando vueltas a la púa para que se cocine por todos lados; también es costumbre rellenarlo en su interior con congrí oriental (ver la receta), y a medida que se asa el cerdo se va cocinando el congrí. En el occidente del país se asa el cerdo a la parrilla o barbacoa, técnica de origen indio, que según el tipo de leña utilizada cambia el sabor del asado, es muy común utilizar la de mangle rojo y las ramas de guayaba.
Cerdo asado al pincho, según la forma de elaboración tradicional de la región central de CubaEn el centro del país se asa el cerdo al pincho, se le clava el pincho al animal desde la parte trasera saliendo por la boca y se coloca el pincho entre dos palos o tubos, con los cuales se le puede ir regulando la altura que se quiera, debajo en un depósito u hoyo en la tierra, tendremos el carbón o la leña. En la provincia de Pinar del Río se estila mucho cuando se asa el cerdo a la parrilla taparlo con hojas de plátano.
En Ciudad de La Habana la forma más común de asar es al horno como lo indica la receta. El asado en cazuela es empleado a lo largo de todo el país. Lo que es prácticamente común en casi todas las regiones son los condimentos con que se adoba el cerdo, el mojo criollo (ver la receta) y el rociarlo a medida que se cocina. La nomenclatura del cerdo varía por toda la isla, se le llama de diferentes formas: cerdo, cochino, marrano, macho, puerco, lechón e incluso se le llama indistintamente. En muchas regiones el lechón asado de Fin de Año da origen a otro plato que se consume ya para el Año Nuevo, le llaman montería y consiste en las masitas sobrantes del lechón asado, cortadas se rehogan en un sofrito y se enriquecen con pimentón y vino seco. Este es un plato donde se aprovechan los subproductos, puede consumirse con casabe (preparación aborigen), hidratado con la salsa y encima la montería. Aún en algunas regiones, sobre todo en la parte oriental del país, se sigue consumiendo el casabe en las festividades de Fin de Año.
Los intestinos del cerdo llamados en Cuba “mondongos” lavados con hojas de guayaba, las vísceras llamadas “gandinga” y los sesos del cerdo con los que se hacen frituritas, se consumen principalmente en el almuerzo del día 31 en espera del lechón asado, aunque en muchos lugares se consumían en los días venideros a esta fecha.
RECETA:
Lechón asado a la criolla
Ingredientes:
Cerdo entero
Mojo criollo (ver la elaboración del mismo)
Elaboración:
Después de haber limpiado el cerdo, se adoba con el mojo criollo, preferentemente desde el día anterior para obtener mejores resultados, además facilitará que los jugos del adobo pasen a la pieza en mayor cantidad. Después de adobado se sella y se pone a asar, a medida que se va cocinando se debe ir rociando el cerdo con el adobo o con el fondo de cocción. Lo correcto es que si vamos a asar el cerdo al horno se le coloque un lecho debajo (puede ser de diferentes vegetales, el más empleado es la papa) para evitar que la carne se adhiera a la bandeja. Al aplicarle calor al horno, debe ser al principio muy intenso, luego se debe ir bajando la temperatura paulatinamente.
Aunque es típico pinchar el cerdo y otras carnes al adobarlas, esto es incorrecto pues el adobo entra a la pieza por ósmosis y al sellar la pieza los líquidos quedan retenidos, por el contrario si lo pinchamos al cocerla todos los líquidos salen de la pieza y no surte efecto el adobarla.
Sellado: Esta técnica puede ser empleada en diferentes géneros culinarios como vegetales, arroces, pescados, mariscos entre otros, aunque donde más se emplea es en los cárnicos en general. El objetivo principal es evitar que los jugos que se encuentran en el interior de la pieza salgan hacia exterior, conservando así su sabor y propiedades. Consiste en aplicarle una cocción previa a altas temperaturas a la pieza logrando así la caramelización de los azucares y la coagulación de las proteínas de la superficie, lográndose una capa o costra de color dorado que no permite que los jugos salgan. Se puede sellar en una cazuela, en una sartén con grasa bien caliente o en el horno a altas temperaturas, esta técnica se caracteriza por realizarse en un período breve de tiempo.
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Puro sabor cubano