Por Generación Cubana XC
Cómo rendir homenaje a un hombre
Que es eterno en nuestra historia.
Como honrar la gloria
que en cinco letras su nombre tiene.
El tiempo pasa y no se detiene,
generaciones vienen y van
los cubanos que en tu patria nacerán
crecerán leyendo tus versos sencillos
e imaginando el canario amarillo
y los zapaticos de Pilar.
Julián, como fue que pudiste llevar
tanto amor y tanto coraje.
Acaso lo escondías en tu traje,
siempre negro por el luto
que vestías como tributo
a la soñada libertad.
Pero tu don es la inmortalidad
que con júbilo te fue otorgada
en un efusivo Moncada,
en un Granma combativo,
y en este pueblo aguerrido
que no se permite olvidar.
Tú estás en cada blanco rosal,
en cada maestro cubano,
y en el que cura a pueblos hermanos
lejos de sus familiares,
estás en los manglares,
en cada intrincado rincón
donde te puso la Revolución
para que veas su crecimiento.
Hoy que son más fuertes tus sentimientos,
y te idolatramos de alguna manera.
No bastan flores, ni una bandera,
Ni el poema que hoy te declamo,
sino agradecerte por esta patria,
y por no darme ni yugo, ni amo.